Génesis



Génesis 42


Viendo Jacob que había provisiones en Egipto, dijo a sus hijos: --¿Por qué os estáis mirando unos a otros?


--Y añadió--: He aquí, he oído que en Egipto hay provisiones. Descended allá y comprad para nosotros de allí, para que vivamos y no muramos.


Diez de los hermanos de José descendieron a comprar trigo en Egipto.

Tweet thisPost on Facebook

Pero Jacob no envió con sus hermanos a Benjamín, hermano de José, porque dijo: --No suceda que le acontezca alguna desgracia.


Fueron, pues, los hijos de Israel entre los que iban a comprar provisiones, porque había hambre en la tierra de Canaán.


Y José era el gobernador de la tierra, el que vendía provisiones a todos los pueblos de la tierra. Entonces llegaron los hermanos de José y se postraron ante él con el rostro a tierra.


Y al ver José a sus hermanos los reconoció, pero simuló serles extraño y les habló con dureza. Luego les preguntó: --¿De dónde habéis venido? Ellos le respondieron: --De la tierra de Canaán, para comprar alimentos.

Tweet thisPost on Facebook

José reconoció a sus hermanos, pero ellos no le reconocieron a él.

Tweet thisPost on Facebook

Јосифова браћа долазе код њега али га не препознају

Entonces José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos y les dijo: --¡Sois espías! Para ver los lugares desprotegidos del país habéis venido.


Ellos le respondieron: --No, señor nuestro. Tus siervos hemos venido para comprar alimentos.

Tweet thisPost on Facebook

Todos nosotros somos hijos de un mismo hombre. Somos hombres honestos; tus siervos no somos espías.

Tweet thisPost on Facebook

El les dijo: --No, sino que para ver los lugares desprotegidos del país habéis venido.

Tweet thisPost on Facebook

Ellos respondieron: --Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un mismo hombre de la tierra de Canaán; pero el menor se ha quedado ahora con nuestro padre, y el otro ya no está con nosotros.


José les dijo: --Eso es lo que he dicho al afirmar que sois espías.

Tweet thisPost on Facebook

En esto seréis probados: ¡Vive el faraón que no saldréis de aquí, sino cuando venga aquí vuestro hermano menor!


Enviad a uno de vosotros y que traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos. Así se comprobarán vuestras palabras, si la verdad está en vosotros. Y si no, ¡vive el faraón, que sois espías!

Tweet thisPost on Facebook

Los puso en la cárcel por tres días,

Tweet thisPost on Facebook

y al tercer día José les dijo: --Haced esto y viviréis. Yo temo a Dios.


Si sois hombres honestos, quede preso en vuestra celda uno de vuestros hermanos. El resto id, llevad las provisiones para saciar el hambre de vuestras casas.

Tweet thisPost on Facebook

Pero habéis de traerme a vuestro hermano menor. Así serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Ellos lo hicieron así.


Y se decían el uno al otro: --Verdaderamente somos culpables con respecto a nuestro hermano, pues a pesar de ver la angustia de su alma cuando nos pedía compasión, no le escuchamos. Por eso ha venido sobre nosotros esta desgracia.


Entonces Rubén les respondió diciendo: --¿No os hablé yo, diciendo: "No pequéis contra el muchacho", y no me escuchasteis? He aquí, también su sangre nos es demandada.


Ellos no sabían que José les entendía, porque él hablaba con ellos por medio de un intérprete.

Tweet thisPost on Facebook

Јосиф слуша разговор своје браће

Y apartándose de ellos, lloró. Después volvió a ellos y les habló; y tomando de entre ellos a Simeón, lo tomó preso a la vista de ellos.


Јосифова браћа сипају жито

Después José ordenó que llenaran sus costales de trigo y que a cada uno le devolviesen su dinero, colocándolo en su costal. También ordenó que les diesen comida para el camino. Y así se hizo con ellos.


Ellos pusieron sus provisiones sobre sus asnos y se fueron de allí.

Tweet thisPost on Facebook

Pero al abrir uno de ellos su costal en la posada, para dar comida a su asno, vio su dinero en la boca de su costal,


y dijo a sus hermanos: --¡Mi dinero me ha sido devuelto! ¡He aquí, está en mi costal! Se les sobresaltó el corazón y temblando se dijeron unos a otros: --¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?

Tweet thisPost on Facebook

Habiendo venido a Jacob su padre, en la tierra de Canaán, le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:

Tweet thisPost on Facebook

--Aquel hombre, el señor de la tierra, nos habló con dureza y nos tomó por espías del país.


Nosotros le dijimos: "Somos hombres honestos; no somos espías.

Tweet thisPost on Facebook

Somos doce hermanos, hijos de un mismo padre; uno ya no está con nosotros, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán."

Tweet thisPost on Facebook

Y aquel hombre, el señor de la tierra, nos dijo: "En esto conoceré si sois hombres honestos: Dejad conmigo a uno de vuestros hermanos, tomad provisiones para saciar el hambre de vuestras casas e id.


Pero traedme a vuestro hermano, el menor, para que yo sepa que no sois espías sino hombres honestos. Entonces os devolveré a vuestro hermano, y podréis negociar en el país."


Y aconteció que al vaciar ellos sus costales, he aquí en el costal de cada uno estaba su bolsa de dinero. Al ver ellos y su padre las bolsas de dinero, tuvieron temor.


Entonces Jacob su padre les dijo: --Vosotros me estáis privando de mis hijos: José ya no está con nosotros, ni Simeón tampoco. Y ahora os llevaréis a Benjamín. ¡Contra mí son todas estas cosas!


Rubén habló a su padre diciendo: --Haz morir a mis dos hijos si no te lo traigo de vuelta. Entrégalo en mi mano, que yo te lo traeré de vuelta.


Y él dijo: --No irá mi hijo con vosotros; pues su hermano está muerto, y sólo éste me ha quedado. Si le aconteciera alguna desgracia en el camino por donde vais, haríais descender mis canas con dolor a la sepultura.








This goes to iframe