Job



Job 42


Entonces Job respondió a Jehovah y dijo:

Tweet thisPost on Facebook

--Reconozco que tú todo lo puedes, y que no hay plan que te sea irrealizable.


"¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?" Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales jamás podré comprender.


Escucha, por favor, y hablaré: "Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber."


De oídas había oído de ti, pero ahora mis ojos te ven.


Por tanto, me retracto, y me arrepiento en polvo y ceniza.


Y aconteció, después que Jehovah habló estas palabras a Job, que Jehovah dijo a Elifaz el temanita: --Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.


Ahora pues, tomad para vosotros siete toros y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Entonces mi siervo Job orará por vosotros, porque a él atenderé para no trataros con afrenta. Porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.


Entonces fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como Jehovah les había dicho. Y Jehovah atendió a Job.

Tweet thisPost on Facebook

Jehovah restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó Jehovah al doble todo lo que había pertenecido a Job.


Јовови рођаци и пријатељи га теше

Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que Jehovah había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un pendiente de oro.


Jehovah bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener 14.000 ovejas, 6.000 camellos, 1.000 yuntas de bueyes y 1.000 asnos.


Tuvo también siete hijos y tres hijas.


A la primera le puso por nombre Jemima; el nombre de la segunda era Quesia, y el nombre de la tercera, Queren-hapuj.

Tweet thisPost on Facebook

No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.

Tweet thisPost on Facebook

Después de esto, Job vivió 140 años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones.


Y murió Job anciano y lleno de años.







This goes to iframe