Salmos



Salmos 30

Salmo. Cántico para la dedicación del templo. De David


Te glorificaré, oh Jehovah, porque me has levantado y no has dejado que mis enemigos se alegren de mí.


Oh Jehovah, Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.


Oh Jehovah, tú has hecho subir mi alma del Seol; me has dado vida para que no descienda a la fosa.


Cantad a Jehovah, vosotros sus fieles; celebrad la memoria de su santidad.

Tweet thisPost on Facebook

Porque su ira dura sólo un momento, pero su favor dura toda la vida. Por la noche dura el llanto, pero al amanecer vendrá la alegría.


Yo dije en medio de mi tranquilidad: "No seré movido jamás."


Tú, oh Jehovah, por tu buena voluntad estableciste mi monte con poder. Pero escondiste tu rostro, y quedé turbado.


A ti, oh Jehovah, invocaré; al Señor suplicaré:

Tweet thisPost on Facebook

"¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?


Escucha, oh Jehovah, y ten misericordia de mí; Jehovah, sé tú mi ayudador."


Has convertido mi lamento en una danza; quitaste mi vestido de luto y me ceñiste de alegría.


Por eso mi alma te cantará y no callará. Oh Jehovah, Dios mío, te alabaré para siempre.







This goes to iframe