Proverbios



Proverbios 4


Oíd, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos para adquirir entendimiento.


No abandonéis mi instrucción, porque yo os doy buena enseñanza.

Tweet thisPost on Facebook

Pues yo también fui hijo de mi padre, tierno y singular delante de mi madre.


Y él me enseñaba y me decía: "Retenga tu corazón mis palabras; guarda mis mandamientos y vivirás."


¡Adquiere sabiduría! ¡Adquiere entendimiento! No te olvides ni te apartes de los dichos de mi boca.

Tweet thisPost on Facebook

No la abandones, y ella te guardará; ámala, y te preservará.


¡Sabiduría ante todo! ¡Adquiere sabiduría! Y antes que toda posesión, adquiere entendimiento.


Apréciala, y ella te levantará; y cuando la hayas abrazado, te honrará.


Diadema de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te otorgará.

Tweet thisPost on Facebook

Escucha, hijo mío, y recibe mis dichos, y se te multiplicarán años de vida.

Tweet thisPost on Facebook

En el camino de la sabiduría te he instruido, y por sendas de rectitud te he hecho andar.

Tweet thisPost on Facebook

Cuando camines, tus pasos no hallarán impedimento; y si corres, no tropezarás.


Aférrate a la disciplina y no la sueltes; consérvala, porque ella es tu vida.

Tweet thisPost on Facebook

No entres en el sendero de los impíos, ni pongas tu pie en el camino de los malos.

Tweet thisPost on Facebook

Evítalo; no pases por él. Apártate de él; pasa de largo.

Tweet thisPost on Facebook

Porque ellos no duermen si no han hecho mal; pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.


Pues comen pan de impiedad, y beben vino de violencia.

Tweet thisPost on Facebook

Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que es pleno día.


El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan.


Hijo mío, pon atención a mis palabras; inclina tu oído a mis dichos.

Tweet thisPost on Facebook

No se aparten de tus ojos; guárdalos en medio de tu corazón.


Porque ellos son vida a los que los hallan, y medicina para todo su cuerpo.

Tweet thisPost on Facebook

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida.


Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la falsedad de los labios.

Tweet thisPost on Facebook

Miren tus ojos lo que es recto, y diríjase tu vista a lo que está frente a ti.


Considera la senda de tus pies, y todos tus caminos sean correctos.

Tweet thisPost on Facebook

No te apartes ni a la izquierda ni a la derecha; aparta tu pie del mal.







This goes to iframe