Mateo



Mateo 21


Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, entonces Jesús envió a dos discípulos,


diciéndoles: --Id a la aldea que está frente a vosotros, y en seguida hallaréis una asna atada, y un borriquillo con ella. Desatadla y traédmelos.

Tweet thisPost on Facebook

Si alguien os dice algo, decidle: "El Señor los necesita, y luego los enviará."


Todo esto aconteció para cumplir lo dicho por el profeta, cuando dijo:


Decid a la hija de Sion: "He aquí tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna y sobre un borriquillo, hijo de bestia de carga."

Tweet thisPost on Facebook

Los discípulos fueron e hicieron como Jesús les mandó.


Trajeron el asna y el borriquillo y pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima de ellos.


La mayor parte de la multitud tendió sus mantos en el camino, mientras otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino.


Исус улази у Јерусалим на магарету

Las multitudes que iban delante de él y las que le seguían aclamaban diciendo: --¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!


Cuando él entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió diciendo: --¿Quién es éste?


Y las multitudes decían: --Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.


Entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas,


y les dijo: --Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.


Entonces ciegos y cojos vinieron a él en el templo, y él los sanó.


Pero los principales sacerdotes y los escribas se indignaron cuando vieron las maravillas que él hizo, y a los muchachos que le aclamaban en el templo diciendo: --¡Hosanna al Hijo de David!


Y le dijeron: --¿Oyes lo que dicen éstos? Jesús les dijo: --Sí. ¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman preparaste la alabanza?


Los dejó y salió fuera de la ciudad a Betania, y se alojó allí.


Volviendo a la ciudad por la mañana, él tuvo hambre.


Al ver una higuera en el camino, fue a ella; pero no encontró nada en ella sino sólo hojas, y le dijo: --Nunca jamás brote fruto de ti. Pronto se secó la higuera,

Tweet thisPost on Facebook

y los discípulos, al verlo, se maravillaron diciendo: --¿Cómo se secó tan pronto la higuera?

Tweet thisPost on Facebook

Jesús respondió y les dijo: --De cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si decís a este monte: "Quítate y arrójate al mar", así será.


Todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.


El llegó al templo, y mientras estaba enseñando, se acercaron a él los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo, y le decían: --¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad?

Tweet thisPost on Facebook