Salmos



Salmos 106


¡Aleluya! ¡Alabad a Jehovah, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia!


¿Quién declarará las proezas de Jehovah? ¿Quién hará oír todas sus alabanzas?


Bienaventurados los que guardan el derecho, los que en todo tiempo hacen justicia.


Acuérdate de mí, oh Jehovah, según tu benevolencia para con tu pueblo. Visítame con tu salvación,

Tweet thisPost on Facebook

para que vea el bien de tus escogidos, para que me alegre con la alegría de tu pueblo, para que me gloríe con tu heredad.

Tweet thisPost on Facebook

Hemos pecado como nuestros padres; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente.


Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tus innumerables hechos de misericordia, sino que se rebelaron junto al mar, el mar Rojo.

Tweet thisPost on Facebook

Sin embargo, los libró por amor de su nombre, para dar a conocer su poder.


Reprendió al mar Rojo y lo secó; los hizo ir por los abismos, como por un desierto.


Los libró del enemigo; los rescató de mano del adversario.

Tweet thisPost on Facebook

Las aguas cubrieron a sus enemigos; no quedó uno solo de ellos.

Tweet thisPost on Facebook

Entonces creyeron en sus palabras y cantaron su alabanza.

Tweet thisPost on Facebook

Pero pronto se olvidaron de sus obras y no esperaron su consejo.

Tweet thisPost on Facebook

Ardieron de apetito en el desierto y probaron a Dios en la soledad.

Tweet thisPost on Facebook

El les dio lo que pidieron, pero envió a sus almas debilidad.


Después tuvieron celos de Moisés en el campamento, y de Aarón, el consagrado de Jehovah.


La tierra se abrió y tragó a Datán, y cubrió al grupo de Abiram.

Tweet thisPost on Facebook

El fuego se encendió contra su grupo; la llama devoró a los impíos.

Tweet thisPost on Facebook

En Horeb hicieron un becerro y se postraron ante una imagen de fundición.


Así cambiaron su gloria por la de un toro que come hierba.


Olvidaron al Dios de su salvación que había hecho grandezas en Egipto,

Tweet thisPost on Facebook

maravillas en la tierra de Cam, cosas formidables junto al mar Rojo.

Tweet thisPost on Facebook

El dijo que los hubiese destruido, de no haberse interpuesto Moisés, su escogido, ante él en la brecha, a fin de aplacar su ira, para que no los destruyera.


Sin embargo, aborrecieron la tierra deseable, y no creyeron en su palabra.


Más bien, murmuraron en sus tiendas y no escucharon la voz de Jehovah.

Tweet thisPost on Facebook

Por tanto, alzó su mano contra ellos para postrarlos en el desierto,

Tweet thisPost on Facebook

para dispersar a sus descendientes entre las naciones y esparcirlos por las tierras.

Tweet thisPost on Facebook

Cuando se adhirieron al Baal de Peor, comieron de los sacrificios de los muertos.


Provocaron a Dios con sus obras, y se desató entre ellos la mortandad.

Tweet thisPost on Facebook

Entonces se levantó Fineas y ejecutó juicio, y se detuvo la mortandad.

Tweet thisPost on Facebook

Aquello le fue contado por justicia, de generación en generación y para siempre.

Tweet thisPost on Facebook

También le indignaron en las aguas de Meriba, y por causa de ellos le fue mal a Moisés;


porque hicieron que su espíritu se amargara, y él habló precipitadamente con sus labios.


Tampoco destruyeron a los pueblos, como Jehovah les había dicho.


Más bien, se mezclaron con gentiles, y aprendieron sus obras.


Sirvieron a sus ídolos, los cuales llegaron a ser una trampa.


Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;


derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán. La tierra fue profanada con los hechos de sangre.


Así se contaminaron con sus obras y se prostituyeron con sus hechos.

Tweet thisPost on Facebook

Por tanto, la ira de Jehovah se encendió contra su pueblo, y abominó su heredad.

Tweet thisPost on Facebook

Los entregó en poder de las naciones, y los que los aborrecían se enseñorearon de ellos.


Sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

Tweet thisPost on Facebook

Muchas veces los libró, pero ellos se rebelaron contra su consejo y fueron humillados a causa de su iniquidad.

Tweet thisPost on Facebook

Con todo, él los vio cuando estaban en angustia, y oyó su clamor.


Se acordó de su pacto con ellos, y se compadeció conforme a su gran compasión.


Asimismo, hizo que tuviesen misericordia de ellos todos los que los tenían cautivos.


¡Sálvanos, oh Jehovah, Dios nuestro! Reúnenos de entre las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas.


¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad! Y diga todo el pueblo: "¡Amén!" ¡Aleluya!

Tweet thisPost on Facebook






This goes to iframe