Salmos



Salmos 3

Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo.


¡OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.


Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.)


Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.


Con mi voz clamé á Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

Tweet thisPost on Facebook

Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo.


No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí.

Tweet thisPost on Facebook

Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste.


De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)







This goes to iframe